viernes, 22 de mayo de 2009

Antonio Vega, músico y poeta

Esta mes de mayo está siendo triste. No damos abasto para la pena. He seleccionado un poema de los que estoy terminando. Se lo dedicaré a él, que hizo canciones como poemas. Sobre todo porque su alma estaba atormentada, su cuerpo castigado. Pero tuvo la magia y, como dijo García Lorca, el duende en sus canciones y en su voz.

aletea la sangre
para salir de las estancias
oscuras del amanecer


sobre tu piel la piel
tomada de la fiebre
y el crepitar celoso
de los crótalos
en su cobijo


bajo esta tenue claridad
huelo canciones en tu pelo


Mario Benedetti

Llevo varios días pensando en publicar esta entrada sobre el fallecimiento del poeta Mario Benedetti. El tiempo no siempre juega a nuestro favor y otras complicaciones se han adelantado a esta obligada nota. Estoy terminando un poemario y me ha consumido toda la atención. Pero no he dejado de pensar en un tipo tan espléndido como Mario Benedetti. No he sido un profundo lector de su obra, pero desde siempre le he envidiado, pues no era extraño que algún amigo o conocido tuviera en su cuarto, colgado en la pared, un poema suyo. Volveré a sus palabras. Se lo debo.